jueves, 23 de junio de 2011

los mates rapados

El gringo Heinze tocó el timbre temprano en la casa de la jaula... María de las Nieves, alias la CHilindrina tiraba manteca al techo y se cambiaba compulsivamente de pelucas... Una amiga que hace mucho que no veo, a la que llamo Ei, no sé si va a venir a buscar su arbolito de navidad: el peor amigo del perro es el parlante y el mejor amigo del mate es la cuchara.






Una comerciante me mira con gracia como si fuera un futuro próximo y ella un reflejo de su nena, no entiendo... si me decidiera por alguna de las dos, madre o hija: me quedo con la hija aunque es bastante flacucha. La vieja vecina y su marido están en la vereda conversando con un coche de la policía, la vieja le habla al capot mientras el marido está agarrado del brazo del oficial, con fuerza parece: "mi mujer está lo más bien, no hay de que preocuparse... tuvimos hace unos días un funeral, una de las palomitas... caput". La vieja dice "betti betti, bettinia, rapinia, torquina, minia minia".
"si si si" parece que dice el viejo y le encaja una bofetada de camaradería al cana, una piñita de dosis muy concentrada, el polín se deja franelear por todos lados. La vieja hace lo mismo con el capot del auto, un manotazo fresco como si se despidiera de un animalito muy humano.



El delantal verde se escapa de la escuela: un alumno de diez años, apodado mandino, lamió el cuello de su compañera de banco. El otro compañero, Roberti, se sopló los mocos y se los enchastró ahí nomás en el cuello ensalivado.



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