martes, 25 de junio de 2013




KOMATSU



1.

Al lado de mi ventana era de madrugada
y yo estaba prendido,  me tomaba un whisky y
aunque apenas lo rasante de un auto
una moto o un grupo de niños cantaran el himno
caíste desde el espacio directo al espacio vacío.
No puedo determinar qué forma tenías ni tampoco
detalles que me hayan impactado de tu forma de
explotar contra el piso.
Ahora sólo puedo ver desde la ventana
la cara de un hombre perdido.
Mientras la iglesia avanza en una combi con seis parlantes
atados al techo con alambre
y la misa de los hombres se parezca
cada vez más a la misa de los cuerpos,
porque ese contingente pobre quisiera aparentar ser una casa
con torres y columnas, techos en punta no bastan para
frenar la fiebre del signo del zodiaco enhebrado en esas nubes.

 Yo veo desde la ventana lo que dejaste de esa serpiente de madera
 y puedo reconocer los ojos y la boca
en ese barro
Habrá también minerales y tumulto por  todos lados,
una vez que saquen de acá el coche bomba.


2.

Quién podría ocuparse de un parque
y de un pueblo, a la vez que de un santo y un charco.
Cómo puede convertirse a un regimiento en un cuento para
dormir cabras o cómo influye la vida de un segundo fuerte en el cruce
del Danubio, entre oriente y occidente, con las manos cansadas y
el reflejo agotado, con una voz monótona que sobreviene a pocas ideas
a pocas acciones a pocas razones.
Hay claves para entender tu deseo,
 como planear el robo al supermercado
cuando la fiebre te aburre en la fila hacia las cajas.
Tenemos que vernos reflejados en eso para poder creerlo. 


3.

 Subí por la empinada escalera
hasta la casa de unos recuerdos que no quiero sólo para mi,
que pienso que van a faltarle a alguien que quiero.
Me crucé por la línea de asfalto más ancha del mundo
corriendo,  y aunque levanté la vista al cielo no vi esas
enredaderas que hacían habitable la ciudad, aunque fueran
necesarias tropillas de jardineros inexpertos podándose cada
día su salario con falta de criterio.
No podría juzgar si esa es la solución para nuestros problemas
o si lo que abrió un cráter en el terreno de al lado no fue una gubia
en forma de pala marca Komatsu y esa cara en ruinas no pide 
que alguien le eche una buena tonelada de tinta fresca para despegar
un grabado donde se esconden los hombrecitos que manejan,
y la fuerza de succión es sólo un balde negro de plástico.

No hay comentarios: