La hiperconcentración de Marcelo Bielsa

"En las peleas callejeras hay dos tipos de golpeadores. Está el que pega, ve sangre, se asusta y recula. Y está el que pega, ve sangre y va por todo, a matar. Muy bien, muchachos: vengo de afuera y les juro que hay olor a sangre". Bielsa en el vestuario, antes de un partido contra Colombia por las eliminatorias del mundial de Corea 2002.

Puse en el google: “Sistema de hiperconcentración que usó Bielsa para salir campeón con newells” pero no encontré lo que estaba buscando, lo que yo quería volver a encontrar era una historia que contaba cómo Marcelo Bielsa había convencido a los jugadores del plantel de Newells, campeón argentino de principio de los noventas y finalista de la Copa Libertadores de América, a practicar un sistema de hiperconcentración que consistía en leer los diarios todos los días y recortar todas las noticias que salieran sobre el equipo. Lo más cercano que llegué a encontrar es la anécdota que cuenta el negro Fernando Gamboa, días antes del primer partido contra Central que Bielsa dirigió como técnico. Gamboa está jugando al Pacman y Bielsa se le acerca: “quiero hablar de fútbol” le dice. “Bueno profe” le responde Gamboa que no pierde la vista del juego. “¿Que daría usted por ganar el partido de mañana?” pregunta Bielsa. Gamboa que todavía sigue con el juego le responde: “todo Profe, daría todo”. “¡Pare con ese juego! Le estoy hablando” le grita Bielsa y Gamboa apoya el juego en la mesa, se sienta derecho y le dice, entre asustado y molesto: “¿Qué le pasa Profe?”. Bielsa continúa con lo mismo “Quiero que me diga que daría usted por ganar el partido de mañana”. “Ya le dije que todo profe, iría a trabar con la cabeza si fuera necesario” “eso no alcanza” dice Bielsa. “¿Usted que daría por ganar mañana?” pregunta Gamboa –se da cuenta de que su respuesta no tiene ninguna importancia, lo que el loco quiere es contarle sus propios planes al respecto- “Mire, vengo de hablar con mi mujer, le dije que si me aseguran que ganamos me corto un dedo” “¿un dedo?” repite Gamboa. “si, no es para tanto, me quedan otros cuatro”. Gamboa le dice:“Pero si jugamos dos torneos más no le van a quedar dedos” A lo que Bielsa enfurecido replica: “usted no entiende nada” y se larga para otro lado.

Quiero revisar el mito de Marcelo Bielsa porque tengo la sensación de que dentro de cincuenta años su tamaño va a ser el doble del que tiene ahora y los periodistas viejos van a regurgitar sobre sus alumnos que la mejor versión de este mundo ya pasó y que un entrenador, ermitaño, que se llamaba “el loco” Bielsa, disparaba palabras y frases extrañas por los ojos.
En su Autobiografía, Batistuta dice que Bielsa: “lo sabe todo acerca de todo”.
Un colaborador de su cuerpo técnico en la selección de Argentina también enaltece las obsesiones del Técnico y comenta acerca de su metodología de trabajo:
"Siempre tenía a mano una colección de bolígrafos de diferentes colores y pilas de folios de papel: algunos en blanco, otros con líneas y otros con el área marcada.
Lo que hacía, entre otras cosas, era dividir cada partido que estudiaba en segmentos de cinco minutos, anotando con bolígrafo de un color qué equipo controlaba esos cinco minutos; con otro color, las oportunidades de gol; con otro, el porcentaje de posesión; con otro, dibujaba las jugadas; y con otro calificaba con una puntuación del 1 al 10.
Era un trabajo duro. De 10:00 de la mañana a 10:00 de la noche, trajinaba sin parar: grabando, editando, coloreando, haciendo anotaciones. Y construyendo la biblioteca de fútbol más culta del planeta."

Dejo algunas reflexiones de este Maestro ineludible:

(http://www.frasesbielsistas.blogspot.com/)

“Uno debe querer a quien conduce. Por eso hay que incluir al que no protagoniza y entender que los rebeldes no nos desafían, sino que simplemente están informándonos. Lo que no podemos permitir es que (los jugadores) dejen de luchar. El desborde, el desorden, lo que pase está admitido. Los choques, los bailes... Lo que no está permitido es que dejen de luchar. Si luchan por el objetivo de todos, merecen estar".

"El liderazgo se ve en la derrota y el conductor solo es bueno si ha superado la adversidad. Las operaciones y los cambios se hacen en la victoria, no en la derrota. La adversidad es el momento de observación de las cosas."

"El futbolista, como todo ser humano enfrentado a la alta competencia, tiene lo que llamamos temor escénico. ¿Y cómo se neutraliza? Con la mecanización, haciendo algo que está preestablecido, practicado muchas veces, con un mínimo margen de error. La responsabilidad del fracaso ya no es del jugador porque, claro, lo practicamos mil veces en la semana y no resultó. ¿De quién es la culpa? Del entrenador, de los ejecutantes y, en el fondo, de nadie. No salió sencillamente. Por eso yo odio la mecanización, porque elimina responsabilidades. Yo quiero equipos ordenados, y no mecanizados, donde se respeten algunas posiciones y donde, escuchá bien porque éste es uno de los grandes secretos del fútbol, podamos desmarcarnos y luego volver rápidamente a marcar".

"Pep (por Pep Guardiola, DT de Barcelona), a los buenos jugadores los vemos vos, yo y la mayoría de la gente. Pasa lo mismo con los jugadores malos. El mérito está en advertir y saber que el jugador normal va a ser bueno"

“Vos vas a Suiza y ves que el fútbol es nada más que fútbol, igual que acá (por Chile). En la Argentina yo soy una expresión potenciada, no deprimida. No es que sea un argentino moderado. Todo lo contrario, soy muy exagerado. Para mí el fútbol lo es todo. Pienso en fútbol, hablo en fútbol, leo fútbol y esa es una vida que no se puede vivir eternamente. Por eso me gustaría moderarla".

“La gran ilusión que tenemos es producir resultados a través de un comportamiento que estéticamente valga la pena. Para mí es nada más que eso. Nada más y todo eso, ¿no?”


"Si tuviera que elegir, diría que me siento más cómodo con el orden que con la espontaneidad. Hay entrenadores que propician un clima creativo dentro del equipo. No es que yo no valore eso, pero hay situaciones que son antagónicas y un técnico no puede estimular simultáneamente las dos cosas”.